“REFORMA AL ARTÍCULO 20 DEL APARTADO B, FRACCIÓN V DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS”

Los seres humanos vivimos en sociedad, es decir, en convivencia permanente con los demás en las relaciones familiares, con los amigos, en las actividades que realizamos e incluso con las autoridades encargadas de los asuntos de la ciudad. Todos, sin excepción, necesitamos formar parte de una comunidad, pues dependemos unos de otros. Sin la participación del conjunto de individuos que formamos una sociedad sería imposible resolver nuestros intereses personales o los del grupo al que pertenecemos. Todas las mujeres y hombres necesitamos de los demás para satisfacer nuestras necesidades, desde las más sencillas hasta las más grandes y complicadas: el afecto, la comunicación, la alimentación, el trabajo, etc. Por lo anterior, los seres humanos nos conducimos con apego a ciertas reglas de conducta. No sería posible vivir pacíficamente si cada quien hiciera las cosas según su antojo, capricho o por la fuerza. Nuestra conducta tiene ciertos límites acordados por el conjunto de la sociedad en la cual vivimos, es decir, debemos conducirnos con respeto y consideración a los demás. Ahora bien, para que la vida en común sea posible y pueda desarrollarse por un sendero de orden, para evitar el caos en la sociedad, es indispensable que exista una regulación que conduzca y dirija esa vida en común, que norme las relaciones humanas sociales; es necesario que exista un Derecho, concebido como un conjunto de normas de vinculación bilateral, imperativas, obligatorias y coercitivas